Casa del Alma es una residencia de 460m² ubicada en lo alto de la de las colinas en el norte de la ciudad de Oaxaca, en México, junto a una reserva ecológica. Casa del Alma sirve como un santuario tranquilo para su viajero propietario. La residencia está situada en San Felipe del Agua, un área residencial en desarrollo que combina las comodidades urbanas con la belleza natural de los Valles Centrales y las montañas circundantes. La casa fue diseñada teniendo en cuenta los requisitos únicos del propietario: una vivienda de un solo piso, capaz de albergar reuniones sociales y al mismo tiempo brindar la privacidad y los servicios necesarios.
La pendiente empinada y la forma irregular de la propiedad presentaron desafíos de diseño, y la característica destacada fueron las impresionantes vistas de la ciudad y el paisaje.
Los arquitectos respondieron a estos factores contextuales creando dos volúmenes de concreto distintos que parecen surgir del suelo como formaciones geológicas, mezclándose a la perfección con el entorno montañoso. Estas estructuras están conectadas por un eje intermedio, que sirve como puente entre los ámbitos público y privado de la residencia.
La luz juega un papel importante en el diseño, ya que los arquitectos utilizaron sustracciones verticales para crear cúpulas, vigas y ventanas. Este enfoque permite que la luz natural inunde el interior, animando las paredes y marcando el paso del tiempo.
Consciente del clima de Oaxaca, el diseño incorpora aberturas tanto horizontales como verticales para permitir la ventilación cruzada, asegurando que la casa permanezca cómoda durante todo el año. El diseño está organizado teniendo en cuenta la practicidad y el impacto visual. El sótano alberga cuartos de máquinas y estacionamiento, mientras que el primer piso abarca áreas de servicio, espacios sociales y dormitorios.
El segundo piso cuenta con un volumen privado coronado por una terraza, que ofrece a los residentes un asiento en primera fila para ver las impresionantes puestas de sol de la región. Casa del Alma encarna un equilibrio armonioso de retiro y compromiso, brindando un espacio tanto para la contemplación como para la interacción social dentro del contexto de su impresionante entorno.
Fotografía por César Béjar