Casa Naila se encuentra en El Puertecito, una ciudad costera a 20 kilometros de la playa, cerca de Puerto Escondido, uno de los destinos turísticos más importantes de la costa Oaxaqueña. La vivienda, diseño de la firma de arquitectos BAAQ’ Arquitectura, toma el nombre de una canción tradicional de la región, la casa busca homenajear a Oaxaca, desde la selección de materiales y sistemas constructivos, costumbres y vivencias.
El terreno de 740m² donde se desplanta Casa Naila está ubicado en una punta, condición que le da una vista privilegiada con dos frentes al mar. La mayoría de las actividades se realizan en el exterior, buscando el menor impacto sobre el terreno. El proyecto cuenta con una plataforma de concreto la cual eleva el suelo por encima del nivel de la arena; el patio es en forma de cruz y tiene cuatro volúmenes de siete metros de altura, con un techo inclinado que enmarca las vistas al mar.
El proceso de diseño parte de la idea de 2 ejes compositivos, se creó un patio en forma de cruz que conecta cuatro volúmenes y la piscina. Cada uno de los volúmenes consiste en áreas aisladas con distintas alturas y techos inclinados, similares a la topografía rocosa de la playa. Los espacios tienen diferentes orientaciones, procurando la óptima circulación del aire e iluminación, cada volumen tiene vista al mar.
En plata baja, los volúmenes son de concreto armado aparente, en cambio en la planta alta los volúmenes se construyeron con una estructura hecha a partir de marcos de madera y hueso de palma, un material que predomina en la región y que es utilizado en las viviendas de la costa de Oaxaca.
Uno de los espacios principales de la casa es la cocina, albega una estufa de barro tradicional llamada Lorena, un elemento que se retoma de las viviendas rurales. La barra y estación de trabajo está hecha de tierra. El recubrimiento en los pisos es de concreto, brindando confort térmico y dándole un aspecto natural.
Casa Naila se puede vislumbrar desde lejos, existen juegos de sombras y transparencias durante el día y contraste de luces a la noche.
Las fotografías son de Edmund Sumner.