La casa Oak Pass de 743 m² y diseñada por la firma Walker workshop con sede en Los Ángeles, se encuentra en la parte superior de un terreno de 3,5 hectáreas donde existen más de 130 árboles de roble protegidos en Beverly Hills. El programa arquitectónico funciona” al revés” del tradicional, predominan los espacios públicos a los íntimos, los cuales están enterrados en la colina bajo un techo verde con huertos y plantas aromáticas. Un patio inferior permite que la luz y el aire fluyan hacia el pasillo.
En el nivel superior de la casa se encuentran la cocina, la sala de estar y el comedor, cada espacio hace un giro para lograr una perspectiva panorámica única hacia el cañón. Las puertas corredizas de piso a techo están empotradas en los muros permitiendo la continuidad visual entre los espacios interiores y exteriores.
Una de las características que llaman la atención de la casa es la piscina infinita de 20 metros que divide la casa en dos y se desliza debajo de uno de los robles más grandes de la propiedad, creando reflejos y juegos de luz hacia las fachadas.
La paleta de materiales es reducida y pura: concreto, madera y vidrio. El uso de la estructura de concreto permite extender voladizos más largos, logrando que en los puntos críticos de la casa quede anclada firmemente a la tierra.
Las fotografías son de Joe Fletcher