De lo barrios más antiguos e históricos de la Mérida colonial, destacan por su importancia, belleza y preservación el barrio de la mejorada; con su imponente iglesia y convento de piedra caliza de la región a los pies de la plaza del mismo nombre. La que fue antes una zona de mercaderes y estación de trenes, es hoy en día un barrio tranquilo pero lleno de vitalidad por las distintas escuelas, facultades y museos que llenan sus calles.
El encargo del proyecto fue desarrollar un nuevo hogar para una familia que decide mudarse a Yucatán; enamorados de su clima tropical, de su vegetación exótica y su relativa paz, con la idea de tener una experiencia de vida de menos ajetreo, más relajada e inmersa en el más puro ambiente Yucateco.
La construcción original de la casona data del siglo XVI como una construcción sencilla de muros de mampostería y techos de 6 metros de altura. La casona contaba con dos crujías originales y una serie de espacios de intervenciones modernas los cuales se deciden demoler por carecer de valor relevante.
Un terreno de generosas proporciones para un centro histórico tan denso como es el de Mérida, donde habitan 3 arboles importantes, que definen un esquema y acomodo del programa de partes: un pepino local, un mango de la región y al fondo de la propiedad un roble de más de 100 años de antigüedad que creció de manera salvaje en los linderos entre el predio dispuesto y el del vecino posterior.
Como intención arquitectónica se quería crear un jardín tropical y patio central, para dar iluminación y ventilación natural a todos los espacios, además de pretender ser un oasis dentro de la casa que diera confort, serenidad y referencia a cada uno de los espacios restantes. Donde las copas de los árboles convergen para dar una sensación de frescura y verdor; a este esquema, se añaden una serie de patios intercalados entre el programa arquitectónico para permitir el cruce natural del aire, llenando de luz y vida cada rincón de la casa.
Con este esquema milenario, sencillo y racional se da paso a ordenar espacios contiguos que crean un eje central y circulación principal que recorre toda la casa de principio a fin. Al fondo se ubica la recamara principal con un ventanal hacia el patio privado de sombra que genera el árbol. Una casa concebida con materiales sencillos y oriundos de la arquitectura yucateca, contrastados con pisos de terrazo blanco para enfatizar y aumentar la luz natural.
Las fotografías son de Manolo R. Solís