Villa Arrebol busca un estilo de vida inmerso en el entorno natural; la conexión entre el interior
y el exterior es responsable de generar sensaciones únicas y recordarnos las cualidades del espacio que habitamos. La idea de este proyecto es replicar la vida de un hotel, que en general son áreas abiertas, hacia los espacios de un hogar.
Otra de las grandes inspiraciones fue la dinámica de la hacienda, donde hay espacios hermosos, pero ninguno está fijado para ser solo que es. Se puede comer en un lugar fuera del comedor, leer en algún lugar fuera de la sala. Los espacios se pueden ocupar dependiendo de lo que se busque, frescura, sol o sombra, y esta casa ofrece todas esas opciones.
El terreno de la casa es un polígono irregular, lo que significó adaptarse a su forma particular, así
como a la naturaleza existente del terreno. La fachada está orientada hacia el sur, por lo que no se
pudieron añadir ventanas.
Se accede a este espacio aparentemente cerrado y oscuro pero el techo de doble altura y un jardín interior transforma el ambiente en un lugar acogedor, donde el calor del sol es reemplazado por la frescura y el verdor del entorno.
Se utilizaron materiales como piedra de la región, pisos de mármol, estucos, aplanados de
chukum, concreto, maderas de la región como tzalam y diferentes aluminios y vidrios.
Un proyecto residencial que preserva los árboles del sitio, dando vida a un patio que se convierte
en el corazón de la casa. Al agrupar árboles alrededor de un patio, el espacio se transforma en una
especie de jungla yucateca, y también estamos creando vistas verdes para cada espacio interior de
la casa. La casa cambia de la mañana a la noche.
Las sombras y la iluminación cambian, lo que ayuda a destacar diferentes áreas en diferentes momentos de día. La serena tarde logra un equilibrio entre el exterior y el interior, en íntima comunión con la naturaleza.
| Detalles del Proyecto
Ubicación: Mérida, Yucatán Superficie construida: 360 m2 Fotografías de Manolo R. Solís Año de construcción: 2022 |