Un antiguo teatro de barrio construido a finales del siglo XIX y convertido a lo largo del tiempo primero en granero y luego en almacén de papel de baño se transforma ahora para funcionar como vivienda/taller. El Teatro (nombre que ha mantenido el edificio a pesar del cambio en sus usos) se localiza en el boyante distrito tecnológico del 22@ en el barrio del Poblenou. A unos metros de la Avenida Diagonal y del nuevo Parque Central de las Glorias; en el corazón geográfico de Barcelona.
El proyecto propone recuperar y capitalizar los valores espaciales y constructivos del antiguo teatro; exponer sus esencias tectónicas y explotar la amplitud que otorga la gran altura de su gran espacio diáfano. El de acceso, se divide en 3 ámbitos independientes: 2 estudios -uno en cada uno de los lados- y en la parte central, el que actúa como acceso a la vivienda. Los estudios se iluminan a través de dos grandes ventanales que establecen una relación directa con la calle y recuperan la fachada original del teatro. Los estudios cuentan con un espacio frontal en doble altura al cual se abren un mezzanine en planta alta y una área para cocina y baño en la planta baja.
El acceso a la vivienda se realiza a través de un espacio de propiedades ya domésticas, pensado para aparcar un auto clásico, que se incorpora en el proyecto como una escultura y construye una relación de continuidad entre el espacio de acceso y el central de la casa. Las grades puertas correderas originales de madera, que invadían e invalidaban las ventanas de los locales son desplazadas para seguir siendo operativas, y son ahora colocadas como el mediador entre el espacio del acceso/estacionamiento y el área central de la casa.
El gran espacio central es el corazón de la vivienda . Es un espacio alto y diáfano, programado para un uso tipo abierto tipo loft: Sala, comedor, cocina y estudio comparten un espacio continuo que a pesar de su escala se vuelve acogedor gracias a la acumulación de usos, objetos y a las texturas de sus materiales expuestos: Maderas, Aceros, Tabiques, Piedras.
El espacio central se ilumina y ventila a través de un patio construido con solo eliminar parte de la cubierta de la nave original. El patio es entendido como una extensión del espacio principal. Una estancia más tan solo que está es al aire libre. Un lugar para asados, donde disfrutar del sol desayunando en la mañana rodeado de la vegetación que invade los muros y que se desborda sobre la pequeña piscina que remata el patio y sirve de espejo de agua del estudio.
Las habitaciones se localizan en la parte trasera del edificio, en la antigua torre de la escena. 2 habitaciones en primera planta y una tercera con terraza en la planta superior miran también hacia el patio y por encima de la cubierta.
El proyecto respeta al máximo la condición original del edificio existente. Su estructura no es modificada sino tan solo reforzada. Sus muros no son demolidos sino restaurados y los pocos elementos arquitectónicos añadidos lo hacen sin afectar significativamente la obra original. Se construye pues sin afectar lo existente. Entendiendo que con el tiempo el teatro seguramente servirá de telón de fondo de una nueva función, que tendrá otro uso y otra vida.
Las fotografías son de Sandra Pereznieto